El origen de la Leche de Pantera, se remonta a fechas fundacionales. Según cuenta la leyenda, los Legionarios ingresados en la enfermería, se les suministraba leche condensada, por su mayor aporte energético. Los enfermos más pícaros, se apoderaban del alcohol de la botica, y la mezclaban con la leche condensada para tomárselo.
Enseguida se corrió la voz, y el resto de Legionarios no ingresados en la enfermería, sustituían el alcohol sanitario por ginebra, rebajándolo con agua o hielo, cuyo consumo realizaban después de la instrucción.
Esta bebida se popularizó en La Legión siendo el colofón de todas las celebraciones, y con la que se realiza el tradicional Brindis Legionario:
Solo: ¡Estamos todos!
Todos: ¡Estamos!
Solo: ¡Cual Legionarios...!
Todos: ¡Cumplimos!
Solo: ¡A las mujeres...!
Todos: ¡Amamos!
Solo: ¡Pero ante todo...!
Todos: ¡Bebamos!
Todos: ¡Ah, cuanto ha que no bebíamos! .... ¡Agua!